Alcohol para llevar, vino en las tiendas de comestibles: las reglas de alcohol más nuevas de Nueva York

Los cambios recientes en las leyes de alcohol de Nueva York tienen a algunos bebedores rascándose la cabeza y preguntándose qué es legal y qué no.

Durante la pandemia, las reglas sobre el alcohol se fueron por la ventana en el estado de Nueva York. aquellos que piensan en 2020 probablemente recuerden comprar margaritas en su restaurante favorito y recibir a domicilio su cerveza local favorita. La necesidad de mantener felices a las personas durante uno de los momentos más oscuros de sus vidas significaba que el alcohol tenía que seguir fluyendo.

En Nueva York, el entonces gobernador Cuomo relajó muchas reglas sobre el alcohol, lo que facilitó que los residentes ahogaran sus penas mientras se refugiaban en sus hogares. A medida que la pandemia comenzó a ser menos aterradora, los residentes se acostumbraron a algunas de estas políticas sobre el alcohol e instaron al estado a mantenerlas, incluso después de que terminara la pandemia.

Alcohol para llevar

Para consternación de muchos bebedores, la regulación de emergencia que legalizaba ordenar la venta de alcohol caducó en junio de 2021. El año pasado, el gobernador Hochul agregó una disposición al presupuesto de 2023 que recuperó el servicio popular, haciéndolo una vez más legal para restaurantes que ofrezcan bebidas para llevar siempre que los clientes también pidan un alimento "sustancial".

Sin embargo, la ley expirará en 2025 a menos que los legisladores la renueven.

Vino en las tiendas de abarrotes

¿No crees que es un poco extraño que puedas comprar botellas de cerveza en una tienda de comestibles de Nueva York, pero no vino? La gobernadora Hochul parece pensar que sí y ha indicado que tenía la intención de cambiar las regulaciones para facilitar la compra de vino.

Se esperaba que muchos vieran una nueva ley que permitiera la venta de vino en tiendas de comestibles en el presupuesto de Nueva York para 2024, pero eso no ha sucedido. Los propietarios de tiendas de licores, que todavía están molestos porque a los restaurantes se les permite vender bebidas mixtas para llevar, se han opuesto con vehemencia a ceder los derechos exclusivos de venta de vino también. Parece que esas quejas han causado que Hochul demore en proponer cualquier legislación sobre el vino, aunque dice que todavía está dedicada a revisar muchas de las regulaciones obsoletas sobre el alcohol de Nueva York.